14/6/14

El Quehacer diario.






Son tantos los días que han pasado que a veces le cabeza me da vueltas como queriéndose ir.
No es que quiera irse lejos...no es eso desde luego.
Sólo es que a veces está cansada de dar vueltas, cansada de pensar y...por qué no decirlo...de sufrir.
Y tampoco es que uno haya sufrido mucho, que he sufrido desde luego,pero...como todo el mundo.
Pero es que pensar cansa, una cuestión que creo casi todo el mundo sabe; supongo que es por eso por lo que mucha gente no piensa...seguro.
La vida,como digo, va pasando y a veces va pesando sólo quiero decir eso.
Pero también que a pesar de lo que digo, la vida es lo más bonito que tenemos; y no lo digo porque la vida sea la única vida que tenemos...que lo es; sino porque la vida, la única, nos permite conocer tantas cosas, tantas gentes, tantas vidas, por lo tanto que me gusta.
Hay grandes aventureros que caminan por lugares remotos, exóticos y maravillosos; y que lo son sólo por contarlo.
Los comunes vivimos las grandes maravillas del día a día; las exóticas regiones del quehacer diario.
Hay quien dice que el viaje es la huida, y tienen algo de razón, dese luego, pero sólo algo de razón.
Hay tantas razones como seres humano o...casi tantas.
Lo importante de vivir es caminar, es sentir cada día una emoción y desde luego no pasar hambre; hay pocas cosa tan terribles como pasar hambre...puede ser que estar enfermo...es posible.
En definitiva, si no se pasa hambre se puede ser feliz...qué terrible sentencia...y que contradicciones me escupe.

10/5/14

El verano se acerca pero...




El verano se acerca, el sol calienta con fuerza a pesar de que estoy en la zona fresca de este país.
Es agradable sentir su ardiente caricia en mi cara huérfana.
La vida parece otra cuando los colores de la ciudad cambian, todo se hace más grato y brota la esperanza.
Sin embargo no puedo olvidarme de los muchos dramas nacionales. El paro generalizado que lleva a la desesperación a tantas personas y que deja en evidencia a tantos otros que parece no interesarles las desdichas ajenas.
La espectacular corrupción que se apoderó estos años de bonanza de todos aquellos, de cualquier color y sin escrúpulos, y que ahora en tiempos famélicos salen a la luz.
Pobreza en las capas populares, descaro y prepotencia en los amarrados al poder. Intentos de liquidar las conquistas sociales, de eliminar recursos sociales para reconvertirlos en posibles/seguros beneficios empresariales.
La ignominia campa sin límites por las tierras de España y por desgracia por muchas otras en condiciones aún más truculentas.
Sin ambargo,otra vez, lo anterior lleva a lo siguiente: estoy esperanzado ya que poco a poco estamos descubriendo que si nos olvidamos de donde venimos no llegaremos a donde queremos.
Las personas cansadas de los engaños del poder somos cada vez más, las personas hartas de una sociedad que banaliza la violencia, que se olvida del cambio climático, de la corrupción, que ensalza a los pillos, que no castiga a los ladrones de cuello blanco, que permite que jueces partidistas dicten sentencias medievales,
que permite que las religiones nos radicalicen, que la mayoría sufra para que unos pocos se enriquezcan, somos cada vez más.
Por ello estoy contento ya que cada corrupción descubierta, cada despido descarnado, cada sentencia injusta, cada respuesta prepotente del poder, cada frase insultante de los que mandan hacia los comunes, sí cada acto de este tipo nos acerca a su solución.
Nos aproximamos a un cambio profundo en la sociedad, una transformación que viene del hastío de la población que no ve futuro en un sistema finiquitado donde reina la acumulación sin límites.
Hastío social y crísis medioambiental.







   

1/2/14

Nada hay que no sepamos.



Los días de invierno pasan oscuros y fríos, pasan deprisa como deprisa viene la noche en ellos.
Pero es el necesario descanso ante la luz ardiente que nos espera.
El infinito reloj gira una y mil veces haciendo de la vida un contínuo volver a vivir, que nos envuelve en su manto de normalidad diversa.
Éstas parecen palabras y sólo palabras, pero no, no lo son.
La vida es sabia y empecinadamente nos propone unas experiencias para el aprendizaje.
Nos introduce una y otra vez en caminos que nos obligan a crecer, nos ayudan a seguir nuestro camino de aprendizaje, nuestro destino...parece.
Nos vemos abocados a seguir ese camino que aparece una y otra vez ante nosotros.
Estos días de invierno ponen a prueba nuestra fuerza, nuestra capacidad para crecer al enfrentarnos al helador presente.
Pero sólo es la forma con la que el destino nos prepara para la gloria.  

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