El sábado vi una fotografía en un diario; en ella se ve a Rafael Alberti, su primera mujer María Teresa León y Antonio Gades en una sala de la casa Romana del poeta.
Es una fotografía del año 1968 y en la misma aparecen muy sonrientes.
Hasta aquí nada especial, fotografías así hay muchísimas.
Sin embargo una impresión especial se ha creado en mi mente; pero para entender esta impresión hay que sumar a esta fotografía una noticia, mejor dicho un titular, aparecido en este mismo periódico unas páginas antes; y éste decía: "El FMI llama a la unidad para evitar otra Gran Depresión".
Ya conocemos el origen, el detonante de mí impresión, que denominaría como una cierta angustia mezclada con un sentimiento de pérdida y añoranza de épocas pasadas.
¿Por qué este sentimiento?
Cada día que pasa todo nos refuerza en la idea de que una época está por concluir.
Las noticias económicas que a diario nos pulverizan los medios son una lluvia de malas noticias; una nauseabunda ducha de catástrofes financieras, despidos masivos y vomitivos juegos políticos.
Una película de terror donde los culpables, políticos zombis y financieros avariciosos, devoran a las víctimas.
La fotografía simple y llena de alegría, me retrotrae a una época más linda y llena de esperanzas(?).
¿Estoy seguro de que era así?
No puedo eludir la realidad del aquel momento y recordaré que la vida era muy diferente en función del lugar en el que vivieras. Y que no todo el mundo era ese lugar mágico, lleno de democracia, libertad y posibilidades del primer mundo. En Europa Occidental había países bajo el yugo de dictaduras, en Europa Oriental las sociedades estaban sojuzgadas por las élites comunistas, salvadoras del proletariado, en china se daba la Revolución Cultural, que fue una de las atrocidades más grandes de la humanidad, y la miseria y la opresión reinaba por América Latina, África y Asia.
¿Entonces qué hecho de menos del aquel momento?
Una gran parte del mundo se estaba olvidando de una cruenta guerra y las sociedades más avanzadas estaban en una situación de bonanza generalizada, con una creatividad cultural magnífica.
Los países de Europa occidental, Japón, EEUU, Australia, Cánada se habían sumergido en el momento más espectácular de desarrollo de toda su historia; un desarrollo además humano sin precedentes.
¿Y qué más?
Pues poco más puedo decir; sin que que lo anterior sea de no tener en cuenta ya que es lo que más nos atañe; quiero seguir exponiendo la realidad de aquellos momentos.
Sudamérica seguía sumida en la pobreza y la opresión, salvo algunas excepciones y con matices, como Argentina, México, Chile; países que hasta ese momento a pesar de todas las dificultades históricas, llevaban un camino ascendente; camino que se truncaría pocos años más tarde y que los devolvería al pozo de la historia; pozo del que están saliendo ahora cuarenta años más tarde; México con matices y una violencia increible que costará decenios eliminar.
África después de su cruento climax independentista, caería en infinitas disputas internas que han dejado un continente agotado, lleno de pobreza que no pobre, injusto; maltratado al fin.
Salvo la excepción de Sudáfrica, que sigue siendo rico y han conseguido democracia y un reparto más generalizado ( con todas las desigualdades del mundo) de la riqueza.
¿Qué conclusión saco de todo esto?
Y para no alargarme demasiado, decir que a pesar de que algunos países, como el nuestro han descendido algún peldaño en el reparto de la riqueza al día de hoy y por causa de la crísis; el camino es positivo.
Vivimos hoy mejor a pesar de las dificultades; sabemos lo que son las libertades, la justicia, el reparto de la riqueza; sabemos que se pueden y se deben tener y qué hay que hacer contra los que nos la quisieran quitar.
En Asia, China está sumida en uno de los cambios más espectáculares dados en una sociedad en tan corto espacio de tiempo; cambio que los inunda de consumismo pero que les encamina hacia otras demandas sociales (que algunos piensan que no llegarán); las desigualdades e internet harán el resto: pedirán más igualdad, más democracia, más justicia.
Japón inmerso en una crísis terrible, nuclear, de ideas y económica desde hace años; saldrá diferente de este cataclismo: dejará la energía nuclear y será referente de un cambio de paradigma social (energía más limpia, crísis del consumismo como fuente de crecimiento).
Otros países asiáticos van desarrollándose adecuadamente tanto en Indochina, en el entorno de Indonesia como en el Asia Central.
A pesar de que varios países están en manos de dictaduras, éstas irán cayendo por la presión de su entorno.
A pesar de seguir teniendo el cáncer de Corea del Norte. Soy optimista.
En América del Sur la democracia y el reparto de la riqueza parece que están calando; ejemplos como Brasil y Chile son referentes que tirarán de los demás; y algunos presidentes "sui generis" como Chávez ayudarán a crear una conciencia Latina que no les vendrá mal, el orgullo bien dirigido hace milagros. Soy optimista.
En EEUU la gente está pidiendo otra sociedad; el cambio empezó con Obama, que aunque no haya conseguido algunas cosas importantes como la generalización de la sanidad, y a pesar de la oposición poderosa de la derecha, sigue siendo uno de los cambios más maravillosos acaecidos en este penoso planeta: un presidente negro que por ese simple echo dejará huella; estoy convencido que es una persona honesta y luchadora por la mejor distribución de la riqueza. Ha ayudado a cambiar las mentes definitivamente; estoy seguro que después de él nada será ya igual.
México lo está pasando mal por el crímen organizado pero el estado de derecho se consolidará más y más rápido por ello mismo.Soy optimista.
África está en la prensa cada día, los pueblos se están despertando y como la pólvora las peticiones de más democracia y justicia van estallando en todo lugar. Sigue habiendo grandes opresiones e injusticias en toda el África Negra; pero la presión por el norte con sus revoluciones y el liderazgo del sur harán que esa área abandonada se infecte del virús del cambio.Soy optimista.
La fotografía del periódico volverá a hacerse realidad; nos espera un mundo más equilibrado; en los países occidentales tomaremos nota de cómo luchan los más pobres para seguir su ejemplo y no dejarnos robar; el mundo entrará en una fase de Slow Life, más acorde con una sociedad menos depredadora y solidaria. Energías más limpias y vida sostenible. Un mundo en el que demos más importancia a la cultura, la educación y el bienestar general. Donde nuestros héroes sean los investigadores, los luchadores por la justicia, los esforzados por el bienestar general.
Estamos viviendo el canto del cisne del viejo paradigma.
Es una fotografía del año 1968 y en la misma aparecen muy sonrientes.
Hasta aquí nada especial, fotografías así hay muchísimas.
Sin embargo una impresión especial se ha creado en mi mente; pero para entender esta impresión hay que sumar a esta fotografía una noticia, mejor dicho un titular, aparecido en este mismo periódico unas páginas antes; y éste decía: "El FMI llama a la unidad para evitar otra Gran Depresión".
Ya conocemos el origen, el detonante de mí impresión, que denominaría como una cierta angustia mezclada con un sentimiento de pérdida y añoranza de épocas pasadas.
¿Por qué este sentimiento?
Cada día que pasa todo nos refuerza en la idea de que una época está por concluir.
Las noticias económicas que a diario nos pulverizan los medios son una lluvia de malas noticias; una nauseabunda ducha de catástrofes financieras, despidos masivos y vomitivos juegos políticos.
Una película de terror donde los culpables, políticos zombis y financieros avariciosos, devoran a las víctimas.
La fotografía simple y llena de alegría, me retrotrae a una época más linda y llena de esperanzas(?).
¿Estoy seguro de que era así?
No puedo eludir la realidad del aquel momento y recordaré que la vida era muy diferente en función del lugar en el que vivieras. Y que no todo el mundo era ese lugar mágico, lleno de democracia, libertad y posibilidades del primer mundo. En Europa Occidental había países bajo el yugo de dictaduras, en Europa Oriental las sociedades estaban sojuzgadas por las élites comunistas, salvadoras del proletariado, en china se daba la Revolución Cultural, que fue una de las atrocidades más grandes de la humanidad, y la miseria y la opresión reinaba por América Latina, África y Asia.
¿Entonces qué hecho de menos del aquel momento?
Una gran parte del mundo se estaba olvidando de una cruenta guerra y las sociedades más avanzadas estaban en una situación de bonanza generalizada, con una creatividad cultural magnífica.
Los países de Europa occidental, Japón, EEUU, Australia, Cánada se habían sumergido en el momento más espectácular de desarrollo de toda su historia; un desarrollo además humano sin precedentes.
¿Y qué más?
Pues poco más puedo decir; sin que que lo anterior sea de no tener en cuenta ya que es lo que más nos atañe; quiero seguir exponiendo la realidad de aquellos momentos.
Sudamérica seguía sumida en la pobreza y la opresión, salvo algunas excepciones y con matices, como Argentina, México, Chile; países que hasta ese momento a pesar de todas las dificultades históricas, llevaban un camino ascendente; camino que se truncaría pocos años más tarde y que los devolvería al pozo de la historia; pozo del que están saliendo ahora cuarenta años más tarde; México con matices y una violencia increible que costará decenios eliminar.
África después de su cruento climax independentista, caería en infinitas disputas internas que han dejado un continente agotado, lleno de pobreza que no pobre, injusto; maltratado al fin.
Salvo la excepción de Sudáfrica, que sigue siendo rico y han conseguido democracia y un reparto más generalizado ( con todas las desigualdades del mundo) de la riqueza.
¿Qué conclusión saco de todo esto?
Y para no alargarme demasiado, decir que a pesar de que algunos países, como el nuestro han descendido algún peldaño en el reparto de la riqueza al día de hoy y por causa de la crísis; el camino es positivo.
Vivimos hoy mejor a pesar de las dificultades; sabemos lo que son las libertades, la justicia, el reparto de la riqueza; sabemos que se pueden y se deben tener y qué hay que hacer contra los que nos la quisieran quitar.
En Asia, China está sumida en uno de los cambios más espectáculares dados en una sociedad en tan corto espacio de tiempo; cambio que los inunda de consumismo pero que les encamina hacia otras demandas sociales (que algunos piensan que no llegarán); las desigualdades e internet harán el resto: pedirán más igualdad, más democracia, más justicia.
Japón inmerso en una crísis terrible, nuclear, de ideas y económica desde hace años; saldrá diferente de este cataclismo: dejará la energía nuclear y será referente de un cambio de paradigma social (energía más limpia, crísis del consumismo como fuente de crecimiento).
Otros países asiáticos van desarrollándose adecuadamente tanto en Indochina, en el entorno de Indonesia como en el Asia Central.
A pesar de que varios países están en manos de dictaduras, éstas irán cayendo por la presión de su entorno.
A pesar de seguir teniendo el cáncer de Corea del Norte. Soy optimista.
En América del Sur la democracia y el reparto de la riqueza parece que están calando; ejemplos como Brasil y Chile son referentes que tirarán de los demás; y algunos presidentes "sui generis" como Chávez ayudarán a crear una conciencia Latina que no les vendrá mal, el orgullo bien dirigido hace milagros. Soy optimista.
En EEUU la gente está pidiendo otra sociedad; el cambio empezó con Obama, que aunque no haya conseguido algunas cosas importantes como la generalización de la sanidad, y a pesar de la oposición poderosa de la derecha, sigue siendo uno de los cambios más maravillosos acaecidos en este penoso planeta: un presidente negro que por ese simple echo dejará huella; estoy convencido que es una persona honesta y luchadora por la mejor distribución de la riqueza. Ha ayudado a cambiar las mentes definitivamente; estoy seguro que después de él nada será ya igual.
México lo está pasando mal por el crímen organizado pero el estado de derecho se consolidará más y más rápido por ello mismo.Soy optimista.
África está en la prensa cada día, los pueblos se están despertando y como la pólvora las peticiones de más democracia y justicia van estallando en todo lugar. Sigue habiendo grandes opresiones e injusticias en toda el África Negra; pero la presión por el norte con sus revoluciones y el liderazgo del sur harán que esa área abandonada se infecte del virús del cambio.Soy optimista.
La fotografía del periódico volverá a hacerse realidad; nos espera un mundo más equilibrado; en los países occidentales tomaremos nota de cómo luchan los más pobres para seguir su ejemplo y no dejarnos robar; el mundo entrará en una fase de Slow Life, más acorde con una sociedad menos depredadora y solidaria. Energías más limpias y vida sostenible. Un mundo en el que demos más importancia a la cultura, la educación y el bienestar general. Donde nuestros héroes sean los investigadores, los luchadores por la justicia, los esforzados por el bienestar general.
Estamos viviendo el canto del cisne del viejo paradigma.