Es cierto que algunas imágenes nos subyugan, nos atrapan.
A veces por la belleza que nos muestran, otras por la excelencia de la toma.
Imágenes en color o en blanco y negro, de personas, animales o cosas. Todas ellas fotografías que inmortalizan un momento que no volverá. Son momentos únicos.
Y aunque solo algunas nos impresionan de forma excepcional, todas las fotografías tienen algo en común: lo que nos sugieren; las imágenes mentales que nos despierta esa visión.
Jorobas, una y dos;
mar de acero,
curvas que se sumergen;
espuma helada,
baliza, vida marcada;
mar oscuro,
entraña salvadora.