Supongo que el fin de ciclo que representan estas fechas tiene que ver; también el tenerse que reunir con la familia de manera obligada (para quién lo sea) en un antiguo y repetido ritual, influye. Muchas cosas han pasado y hago un rápido balance, cosas buenas y otras mejores llenan ese pasar lleno de vivencias. Todas son parte de mi vida, son importantes sean como sean.
Pero este fin de año tiene unas connotaciones diferentes, un horizonte nuevo se abre ante mí.
La vida nos lleva a muchos de unos lugares a otros, unas veces porque se quiere y otras sin querer del todo pero agradecido de vivir la experiencia también.
Los años me van enseñando muchas cosas, la primera, y no por repetida menos verdad, que tengo todavía muchas cosas por aprender, y la segunda, que, si se quiere, el conocimiento te hace mejor...
Aunque he de decir que a estas alturas alguna cosa sé desde luego.
En este contínuo aprendizaje que es la vida me veo inmerso en otra página del mismo, una nueva experiencia se me ofrece para disfrutar de ella.
Me cambio de ciudad por razones de trabajo, lo que sé hacer lo haré en otro lugar, entre otras personas. Es un hermoso lugar también.
Por esto es un fin de año diferente, por lo que me espera...pero también por lo que voy dejando, por las vivencias que me enriquecieron y que no volverán; por las personas que conocí y algunas ya no están.
Esto es la nostalgia, añorar. Y el final del año siempre me pilla desprevenido.