23/6/11
DIOSA BLANCA.
El lugar estaba en penumbra, algunas luces de colores ocultaban las sombras aquí y allá.
Un fuerte olor a perfume barato me inundó.
Al local se bajaba por unas escaleras desde la calle, una de las calles más importantes de la ciudad; el cambio de sonido era maravilloso; el zumbido y cláxones de los coches dejaba el paso a un silencio sonoro alucinante.
Las escaleras de color negro mate daban, unidas a las paredes rojas, un aspecto irreal y mágico a la entrada.
Local de moda en la ciudad para personas de más de treinta.
Me gustaba ir a él por sus mujeres espléndidas, porque iban mis amigos y por la música jazz fusión; y...por ese orden.
Me acerco a una de las barras, la oscuridad me dejaba ver frente a mi una sombra más oscura, si cabe, envuelta por pequeñas estrellas de color violeta.
Detrás de la sombra más oscura una camarera con una holgada camiseta de tirantes atraía como un faro a los sedientos clientes.
Pido un gin-tonic, ginebra nacional y en vaso ancho; nada de esos vasos de tubo que sólo sirven para ahogarte con los hielos y para que te sisen producto...bueno...quiero decir ginebra.
Con mi luminoso trofeo en la mano voy con cuidado buscando un lugar para sentarme y ver al personal.
La noche estaba tranquila; las vacaciones de verano vaciaban la ciudad; el calor alejaba a sus ciudadanos en verano.
Mi cuerpo y sobre todo mi mente se habituaban al entorno; la música sugerente, mezcla entre bossa-nova y jazz, conquistaba mi cabeza, mis ojos abiertos al máximo fueron apreciando mejor la oscura claridad y mi pituitaria ya disfrutaba del pegajoso perfume ambiental.
Relajado, tomé un buen sorbo de bebida; la acidez del limón me encantaba; con la lengua recogí los restos del combinado esparcidos por mis labios.
Entre sombras me fui acercando a la pista más cercana; en ella suelen comenzar mis historias de amor.
Una etérea mujer de un blanco luminoso bailaba sobre la pequeña pista; con los brazos en alto su cuerpo se deslizaba sobre la pulida superficie.
Sus cabellos rojizos y rizados no paraban de ir de un lado a otro.
Mis ojos se pegaron a ella y yo adherido a ellos no pude resistirme.
Su cabeza se dislocaba a cada golpe de percusión; irreconocible, el ritmo era un mambo.
Llevaba un top blanco tatuado, debajo sus pechos descarados me miraban libres del velo constrictor del sujetador.
Bailaba sin parar y con los ojos cerrados.
Yo la miraba sin parar y con los ojos abiertos...muy abiertos.
No podía dejar de mirar, mi corazón bombeaba a ritmo de latín jazz.
El calor subía y tuve que tomar otro trago de mi gin-tonic. El aire acondicionado debía de funcionar mal.
Mi lengua golosa recorrió de nuevo lentamente mis labios, recogiendo en su camino pequeñas gotas de fresco combinado.
Una exígua falda tipo tenis, también blanca...blanquísima apenas cubría sus caderas. El ritmo acompasado del cuerpo llevaba a la prenda de un lado al otro en un loco vaivén.
Las largas y bien torneadas piernas de la mujer terminaban con unas ligeras manoletinas.
La muchacha giraba al ritmo de la música que iba en aumento, ahora ésta sonaba más afrocubana; su esencia salvaje parecía envolvernos a todos; yo no salía a bailar pero mis piernas se rebelaban y no paraban de moverse.
Los que no parpadeaban eran mis ojos que embelesados por la vista a veces dejaban caer una pequeña lágrima.
Mientras mi cuerpo y mi mente se sumergían en el áfrica tropical, tuve que alejarme unos pasos hasta la barra para pedir otro combinado; el calor iba en aumento y necesitaba refrescarme; me prometí que me quejaría por el mal funcionamiento del acondicionamiento.
Sin dejar de mirar la increíble aparición que parecía bailar para mí, fui reculando hasta mi destino.
El loco volar de la falda dejaba al descubierto una ligerísima prenda interior transparente que me presionaba el corazón haciendo que éste pareciera bailar también al son de los tam-tam.
Desbocado, dejé el gin-tonic sobre una mesa y de un salto aparecí junto a ella en la pista, estaba dispuesto a demostrar que también podía bailar este excomulgable ritmo.
No se inmutó y siguió con los ojos cerrados bailando como una diosa pagana; levanté los brazos imitándola como si fuera una sesión de gimjazz, intentaba seguir su ritmo moviendo las caderas a lo Elvis.
Estaba a unos pocos centímetros de ella y su olor penetrante a sudor y a perfume afectaba a mi masculinidad; gracias a mis sólidos vaqueros aquello no parecía notarse.
Los dos juntos rozándonos bailábamos como poseídos por la diosa de la lujuria.
Sus ojos se abrieron y se cruzaron con los míos, mi pecho quiso explotar y creí ver y oír los rayos y truenos.
Seguimos así unos minutos, cambiando de ritmo según cambiaba la música, pero sin pararnos.
Muy juntos ya, tanta cercanía no parecía molestarla sino todo lo contrario; sus giros perfectos que dejaban ver su ropa interior no cesaban y sus pezones me señalaban agresivos.
Yo levantaba los brazos y giraba como un digno aprendiz de Nureyev.
Mis labios secos de tanto esfuerzo necesitaban alguna pasada de lengua para refrescarlos.
La música endiablada, los giros a lo Derviche y el calor me tenían excitado, mejor dicho...loco del todo.
En un arrebato de atrevimiento la agarro de las manos para bailar un reggaetón que empezaba a sonar; de las selvas africanas a los mangles venezolanos.
Sus ojos negros como la noche me miraron con deseo, se dejó llevar, me dispuse a transportarla a las estrellas; pondría en práctica los conocimientos que unas clases de bailes latinos me aportaron.
Me pegué a ella, hasta notar todas sus perfecciones; nos miramos a los ojos y como lapas nuestras bocas de fundieron en una.
¿Sería amor una vez más?
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Zumbel,la historia está muy bien conducida, con la ambientación y la puesta en escena, vista desde le personaje narrador, los lectores asistimos, muy pegado a él, a todos los acontecimientos que se están desarrollando en el local y conocemos, desde dentro, sus pensmaienntos, deseos e intenciones. Podemos casi paladear el gin-tonic, sentimos como el jazz y la bossa nova se cuelan por nuestros oídos y ya nos hasta nos haces dar unos pasos con el regetón.
ResponderEliminarLa historia atrapa desde el principio y apatece quedarse para ver qué va a suceder con ese ritual de acercamiento a la "diosa blanca". La frase final, es genial porque ilumina y define al personaje.
Me ha encantado, me lo he pasado muy bien, voy a por otro gin-tonic.
Un abrazo, amigo
Gracias Felicidad; tus comentarios me llenan de emoción. Comentarios como éstos viniendo de tí me maravillan.
ResponderEliminarEnhorabuena por tus cuentos que me dejan anonadado.
Un abrazo.
hola
ResponderEliminar¿Sería amor una vez más? pienso que es el comienzo aunque mayormente nos quedamso atrapados en ese mundo ilusorio que no nos damos cuenta que ya comenzo. gracias por el premio te seguire leendo.
Gracias por tu comentario; es verdad que como dijo Calderón de la Barca"...la vida es sueño".
ResponderEliminarVivimos viendo lo que queremos ver; vivimos sintiendo lo que pensamos sentir; inmersos en una burbuja ilusoria (como dices con gran acierto).
También ilusoria de ilusión; nos engañamos,¿Nos engañan?, para vivir con ilusión. La felicidad es básica pero inmersos en la realidad. ¿Cómo se hace?
Gracias por tu comentario de nuevo.
Si es amor, fijo un mar de frenesí y pasión.
ResponderEliminarSaludos, feliz entrada de semana.
Hola Eva;
ResponderEliminarAmor,pasión,fantasía; mezcla ideal que nos conduce al frenesí.
"Frenesí" el que me espera esta semana que entra en el trabajo.
He entrado en tu web,decirte que me ha impresionado.
Gracias por tu comentario.
El deseo es mucho más interesante que el amor. No hay nada que provoque mayores convulsiones emocionales. Excelente relato y excelente baile. Un abrazo.
ResponderEliminarSí; es más interesante.
ResponderEliminarEs más incontrolado, de efectos más insospechados y por ello emocionante.
El amor suele ser un guiso a fuego lento; sin montañas rusas...eso... creo...
A veces...cuanto más pienso...menos entiendo.
Este relato nació después de leer uno de tus episodios; no tuvo la dirección primigenia; aquel en el que un pesado quería ligar; pero nació de esa lectura.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo Sonia.
Amor, pasión, y un mundo de sentimientos y emociones que hacen latir fuerte al corazón, precioso relato, atrapa.
ResponderEliminarBesos.
Gracias por tu visita, nos seguimos leyendo.
ResponderEliminarSaludos
Hola Valandán,
ResponderEliminarHas realizado una obra muy peculiar, ya que hablar de amor y sus emociones tiene infinidad de caminos. Lo importante de la narración es que atrapas muy bien al lector con una lectura sencilla y muy bien enlazada. Me gusta la forma, la pasión que hay en la misma, las imágenes y esto es como una verdadera luciérnaga que se transforma en estrella para lucir no solo en el cielo sino en cada alma terrenal y universal.
Un fuerte abrazo y sigue escribiendo así. Tienes mucha madera.
Gracias Quino por esas palabras tan amables.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Es un honor que una de las cosas que podamos compartir, sea la inspiración. Un abrazo, Valandan.
ResponderEliminarLa inspiración es para nosostros fundamental.
ResponderEliminarHasta pronto Sonia.
Deseo y amor dos ingredientes unidos que hacen fuerza.
ResponderEliminarBesos.
Es probable que sean los motores de la vida.
ResponderEliminarEl deseo como detonante para alcanzar todo aquello que pretendemos y el amor la fuerza que mantiene lo conseguido.
Carla,gracias por tu acertado comentario.
Un beso.
... y feliz comienzo de semana.
ResponderEliminarBesos.
Olá! Parabéns pelo seu Blog. Adorei
ResponderEliminarjá estou te seguindo.
http://pattyschi.blogspot.com/
Aguardo sua visita
¡Hola Pattyschi!
ResponderEliminarGracias por leerme; he visitado tu blog y he descubierto unas prendas maravillosas.
Una lencería fina y sensual digna de la belleza de tu país y sus mujeres.
Besos.
Gracias por pasar y dejarme tu comentario. Que buena historia construíste...me gusta mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
No podría decirte si es amor otra vez. Las pasiones sí están claramente encendidas y eso ya es un buen camino hacia el amor. Una atrapante historia magistralmente contada. ¡Felicitaciones! Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Alma por tus amables palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Valandan
ResponderEliminarUn relato que subyuga, narras tan bien, que haces que tus lectores se sientan un poco protagonistas de la historia y no simples lectores, te felicito de todo corazón...
Besitos en el alma
Scarlet2807
Gracias Scarlet, tus palabras tan amables me animan a seguir con esta actividad que llena muchos de mis ratos de ocio.
ResponderEliminarBesos.