La noche oscura como el infierno estaba de su lado, desde una prudente distancia observaba la pequeña y blanca casa. Un coqueto hogar para los fines de semana en la playa; era de los Roberts, vecinos de Nueva York pero que gustaban de pasar las vacaciones en este paraje solitario de la costa de Maine, un espacio de aguas heladas y arenas de oro.
Fumaba escondiendo con la mano el cigarrillo en un movimiento visto en muchas películas de cine negro al que era adicto. Imaginaba ser una especie de Marlow, enfundado en su gabardina gris y con el sombrero calado hasta los ojos. Una suave brisa balanceaba los altos y oscuros pinos, la noche traía aires salados del inmenso atlántico; observaba desde el lugar ideal para ver y no ser visto, los frondosos árboles abrazaban con sus ramas el suelo creando espacios recogidos y secretos en torno a sus troncos. Esperaría a que la oscuridad se hiciera dueña de las almas cándidas para dar su golpe. Hacía un buen rato que las luces se apagaron dentro de la casa…pero sabía que el sueño profundo no llegaría hasta más tarde.
-¡Sabes que
la familia de la playa tiene un montón de pasta guardada!
-¿Qué dices
Edgar? Estás siempre igual con tus fantasías…¡sólo dices tonterías!
-No…son…fantasías…Tiger…me
lo ha dicho mi madre que habla con las hijas cuando vienen a comprar a la
tienda.
Tiger bebía
una cerveza de la botella, se la estaba tomando casi entera de un trago, no
respiraba y Edgar temía que su amigo se atragantara. Después de unos segundos
larguísimos retiró la botella de su boca con una ruidosa muestra de
satisfacción.
-¿Y…dónde
dice tu madre…que tienen los Roberts el dinero?- El tono chulesco de la
pregunta puso el vello de punta a Edgar.
-Lo…lo
guardan en una caja fuerte…es…escondida en el armario de…de la habitación de la hija mayor.
Tiger miraba
con ojos sanguinolentos a Edgar; éste nunca tuvo muchas luces y temía los arrebatos
de Tiger, no sería la primera vez que le pegase por no parecerle bien lo que
decía…
Tiger se
tomó el resto de la cerveza de un trago nervioso, dejó la botella en el pequeño
mostrador del bazar y dándose la vuelta se despidió
-¡Nos
vemos…Edgar!
La noche
traía sus sonidos oscuros, ruidos extraños y de vida soterrada. Tiger se
imaginaba las plantas naciendo al amparo de la noche, creciendo lentamente
hasta conseguir su lugar en la tierra, a escondidas para no llamar la atención.
También veía a pequeños animales, seres diabólicos y tenebrosos que
regurgitaban vida, que crecían sin parar
hasta dominar el bosque marcando los confines del ser humano.
Llegó el momento mientras el frío se apoderaba de la noche. Sigilosamente rodeó la casa
buscando los ventanales que daban al jardín trasero. Con una pequeña palanca abrió la hoja corredera del ventanal, fue un golpe
sordo y maestro, dejó de respirar unos segundos…nada sospechoso se oía; el
viento soplaba helado y los sonidos del bosque habían callado. El mundo entero
parecía haberse rendido, sólo el ulular del viento hablaba a las almas malditas
dispuestas a llevarse lo prohibido, a arrogarse el papel de justicieros en las
permisivas tinieblas.
Un soplo
acogedor, mensajero lleno de vida, le acarició; con un andar cuidadoso penetraba
en el sagrado hogar. Con los sentidos alerta intentaba situarse en este lugar
extraño donde rojizas alfombras amortiguaban sus indecisos pasos. Las habitaciones estaban
en el piso superior y allí se dirigía. Algunos reflejos rompían la noche al
cruzar por delante de las ventanas, su mano derecha apretaba un gran puñal
brillante como el acero pero cargado de maldad
y rencor mil años guardados.
Despacio,
con el cuerpo en tensión Tiger subía las escaleras, todo iba bien, unos pocos
metros le separaban de la habitación más pequeña donde según la madre de Edgar
se situaba la caja fuerte llena de riquezas. Al llegar al distribuidor acalló
como pudo su corazón buscando el mínimo ruido que delatara que alguien
estuviera despierto. Los crujidos de la madera sonaban como diminutas
explosiones secas y rápidas en el agobiante silencio de la noche. Frente a él
se entreabría la puerta de la habitación donde se dirigía, la empujó suavemente...
Pasa a la habitación con sigilo y empuja con cuidado la puerta hasta cerrarla.
Pasa a la habitación con sigilo y empuja con cuidado la puerta hasta cerrarla.
La oscuridad
sólo rota por los destellos de la luna a través de la ventana le ayudaba a
deslizarse sutilmente sobre la mullida moqueta, se acercaba como un fantasma a
la cama. Tenía que ser rápido y no podía haber ruido, de lo
contrario todo se complicaría y sería difícil salir bien parado…se jugaba mucho…no
quería volver a la cárcel.
Tapó la boca
de la niña con una mano y dejó caer todo su peso sobre ella; sobresaltada quiso moverse pero
el peso tremendo del hombre lo impedía, quiso gritar pero la fuerte mano no le dejaba; la niña con los ojos llenos de terror trataba de entender lo que
sucedía, su corazón desbocado le golpeaba el pecho.
-Shhh…-Tiger
intentaba tranquilizarla, necesitaba que le dijera cómo abrir la caja fuerte
-No te haré daño si te portas bien...no grites y no te muevas…¡Sí no haces lo que te digo te mataré!- Le daba las órdenes al oído mientras le ponía el puñal en el pecho.
-No te haré daño si te portas bien...no grites y no te muevas…¡Sí no haces lo que te digo te mataré!- Le daba las órdenes al oído mientras le ponía el puñal en el pecho.
Pasaban los
minutos y la niña parecía ir tranquilizándose, poco a poco él se fue levantando
pero sin dejar de taparle la boca y pinchándole el pecho con el puñal.
-¿Cómo se abre la caja ?- le preguntó muy bajo pero de manera amenazadora apretando al
mismo tiempo un poco más el puñal. Apartó un poco la mano sobre la boca.
La niña no articulaba palabra atenazada por el miedo, sus ojos aterrorizados no dejaban de mirar al hombre…rompió a llorar.
La niña no articulaba palabra atenazada por el miedo, sus ojos aterrorizados no dejaban de mirar al hombre…rompió a llorar.
-¿Cómo se abre!-el tono de voz aunque bajo denotaba nerviosismo, el silencio de la niña
le desesperaba-¡Venga dime!
Tiger
empezaba a sudar, la tensión subía…no podía esperar más…necesitaba la
información ya…Empujó el puñal sobre la carne que se abrió con facilidad, el
cuerpo de la niña se estremeció y le tuvo que tapar la boca con fuerza para que
su grito no se oyera en toda la casa. La herida empezó a sangrar…
-¡Venga dime…venga…pequeña puta!
La niña
movía los labios queriendo decir algo, Tiger acercó el oído y aflojó algo la
presión sobre la boca-No…te…tenemos…caja fuerte…-Un hilo de voz aterrado apenas
se oyó.
-¡Qué dices…maldita!
¡Sé que tenéis mucha pasta y me la voy a llevar! Dime dónde está…sino te mataré…¡lo
digo en serio!- El tono de voz subía y el peligro aumentaba.
Tiger sudaba
como un animal; la situación pintaba mal y no podría mantenerla así mucho tiempo,
los padres terminarían por oír algo y si se despertaban sería un desastre.
-“¡Quién me
ha engañado! ¿Y si es verdad que no tienen dinero guardado? ¡Maldita sea! O la
niña es muy estúpida o decía la verdad.”- Tiger cavilaba y se maldecía. Cerraba
los ojos, los abría, cerraba la boca y la abría como queriendo gritar, estaba
enloqueciendo por la frustración.
Enormes
gotas de sudor le caían por las sienes, sus ojos llenos de odio miraban al vacío…aprieta
con todas sus fuerzas la mano que tapa la boca de la niña e introduce con
decisión el cuchillo, el frío acero corta la carne como mantequilla…la niña da
un respingo y el cuerpo queda flácido sobre la cama. Tiger se aparta del cuerpo
sin vida; una enorme mancha de sangre empieza a empapar las sábanas. Despacio se
pone de pie y se aleja de la cama, se mueve de un lado a otro y se pone a mover
los brazos dando cuchilladas al aire…
Después de
unos segundos frenéticos decide sentarse en un rincón agotado por la enorme
tensión y mete la cabeza entre las piernas…
"No debes
dejarte llevar por los amigos hijo mío,
es muy importante que sigas los estudios para el día de mañana."
"¡No madre!
Estoy harto de escucharla…siempre con sus monsergas…"
"¿Por qué…me
gritas…hijo? Sabes que te lo digo por tu bien. No te enfades conmigo…Si no te
aplicas no llegarás a ningún sitio…"
Tiger se
daba pequeños golpes en la cabeza cargados de rabia contenida; imágenes de una
vida pasada venían a su mente sin pedir permiso…¡Y le dolía!
"Sabes que
no me gustan tus amigos, son unos vagos todo el día jugando en el campo."
"¡Cállese
madre! Voy con quien quiero y mis amigos me quieren…no como esos tristes y estúpidos
empollones estirados."
La puerta
del dormitorio se movió ligeramente produciendo un leve crujido; Tiger paró
todo movimiento y muy despacio levantó la vista hacia la puerta, como un león a
punto de saltar sobre su víctima apretó sus manos contra el suelo, atravesaba
la oscuridad con la mirada, quería descubrir qué se movía. Un ligero brillo
lunar le descubrió lo que sucedía, se levantó como un rayo empuñando su puñal
hacia la puerta, una deslumbrante explosión le proyectó de nuevo hacia la cama…Cayó
como un pesado fardo a un lado de la misma, un terrible dolor le comía las entrañas.
Tendido
miraba al techo y descubrió que tenía unos bonitos dibujos, pequeñas y azules
estrellas poblaban este hermoso cielo casero…con las manos en la barriga intentaba
contener el río de vida que se alejaba de él.
“¿Qué había
pasado? ¿Qué monstruo le había atacado de esta manera? ¿Qué dragón había
atacado al guerrero más valiente? ”- Su cabeza le daba vueltas y miles de ideas
intentaban volverle loco.
-¿Madre
dónde está? ¡Maa…dre…! Le te..tenía que haber he…hecho caso…tenía ta…tanto
miedo, siempre sólo, siempre sentía frío…¡Madre! ¡Vuelva madre…no me deje sólo!
Otro disparo
a quemarropa calló a Tiger.
Amigo, soy Eliz desde mi otro blog :)¡hago una reverencia y me quito el sombrero! me he quedado pegada al monitor con sorpresa, terror y cierto placer oscuro, tu maestría en estos relatos puedo compararla con los del gran Poe ¡GENIAL!
ResponderEliminarGracias ELIZ/ABRIL, tus palabras crean en mí una zozobra existencialista...remueven mi alma.
ResponderEliminarPoe,Bukowski,Salinger,Capote...xdios Eliz no me nombres a esos dioses del olimpo literario.
¡Gracias!
Antonio, llego en esta tarde de domingo a tu espacio y me quedo atrapada en la maestría de tus letras. En la intensidad del relato que va in crescendo a medida que la atención del lector y la tensión de la historia se acercan, se juntan, porque así lo construye inteligentemente el autor.
ResponderEliminarLas imágenes de género negro del principio dan paso a la inmersión en la psicología del personaje magistralmente lograd y que me recuerda a los caracteres de Dostoievski. La atmósfera angustiosa del párrafo final está muy bien lograda.
La sentimos, la padecemos, la vivimos.
Amigo, un muy buen relato.
Genial en todos los aspectos. Enhorabuena.
Feliz, muy feliz de leerte.
Un abrazo
Gracias Felicidad; Si hay un libro que me marcó, además de El extranjero de Camus, fue Crimen y Castigo.La atmósferas nerviosas,angustiosas y como ahondaba Dostoievski en la psicología de los personajes siempre me parecieron magia. Este humilde aprendiz agradece enormemente tus opiniones de maestra.
ResponderEliminarBesos.
Uffss...creo que quedé sin aliento durante todo el relato...es impresionante, te hace encoger el corazón...
ResponderEliminarEres un genio amigo, sencilla e inmensamente...
Bsazo!! ;-)
Gracias Ginebra; hago lo que puedo...en un intento de crear cuentos interesantes. Gracias por pasearte mi blog.
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