9/4/11

LA NIÑA DE LOS PRECIOSOS OJOS TRISTES.





Esta mañana he ido al parque María Luisa para realizar un poco de deporte, cosa que procuro hacer cada fin de semana; el cielo soleado de la mañana se ha ido oscureciendo según pasaban los minutos y la temperatura de unos 19º era maravillosa (ayer hizo 34º) e ideal para la práctica del deporte. Muchas personas hacen lo mismo que yo en el parque, de todas las edades y sexo; pero estos días se acercan a él familias con su hijos/as en traje de comunión, también se acercan novias trajeadas de la ocasión. Es un lugar muy bonito para realizar un book de ese día maravilloso y único que representa la primera comunión; seas más o menos creyente. Lo que me ha llamado la atención ha sido una niña vestida de primera comunión; el traje bonito, blanco, blanquísimo, resplandeciente diría yo. Ella más bonita todavía, unos ojos de un color azul infinito, inmensos como el mar; pero...¡estaba triste! Se cogía el vestido con sus manitas para no ensuciarlo, como las princesas de los cuentos; en este parque con las carrozas y sus caballos es bueno subirse un poco el vestido.La familia de unos cinco miembros, con el padre a la cabeza, él con la cámara, dirigiendo el pelotón cual general bonapartista; el hermano de la niña al lado de la misma y la madre y otra mujer cerrando el cortejo. ¡Pero ella estaba triste! ¡La niña en su día estaba triste! El sol se fue oscureciendo afectado por la tristeza de la niña, sus ojos de color mar-avilloso no despedían el lógico brillo. La mujer que parecía la madre dijo: "Según se abre el día se va jodiendo." El padre dijo: "¿Te lo estás pasando bien?" .La escena me dió pena, no sé si afectado por la tristeza de la niña o por el marco familiar; cuánto amor hay en esos padres, estoy seguro de ello; pero la niña estaba triste por no estar con otras niñas y por andar demasiado por el parque teniendo cuidado de no mancharse el vestido. Es un marco incomparable pero una pesadez para una niña sin sus amigas.A veces los padres no se dan cuenta de la realidad de las cosas, como decía "Chiquitín".

2/4/11

MOJÓN





"Pan de azúcar interiorizado
de inmaculada pátina
que a saltos nos recuerda
el camino vivido".



Es tan hermosa la vida pero a la vez extraña y difícil.
La vida es un constante devenir en el que andamos en círculo.
Tomamos decisiones tantas veces a ciegas, que nos dirigen hacía un destino ineludible pasando por multitud de paradas previas que nos podríamos haber ahorrado pero que hemos de pasar para llegar al lugar establecido.
Si naciéramos más sabios llegaríamos al lugar establecido dando menos vueltas; sufriendo menos.

27/3/11

¡PROMESAS DE AMOR!





La veo en la cafetería y sin poderlo evitar me dirijo hacia ella.
Llego a su lado y he de pararme para no arrollarla; su fragancia me sacude.
Mi cara frente a la suya, a unos pocos milímetros, deja nuestros ojos mirándose, y nuestras narices mezclan nuestros olores sugerentes.
Mi mano sonámbula se acerca a uno de sus pechos y con toda la suavidad del mundo mi índice le aparta el ligero vestido.

19/3/11

HOMBREHORMIGA.






La visión del desastre Japonés me trae a la cabeza una imagen y un animal: la hormiga.

El poder destructor de la naturaleza me recuerda al poder destructor del pie humano paseando por el campo y pisando sin querer a la pequeña pero poderosa hormiga.
Pisamos el reguero de hormigas sin apenas sentir dolor; cierto es que un pequeño desasosiego nos invade ¿Sufrirán? ¿Son conscientes de los que les hacemos? Pero seguimos paseando y disfrutando del poder de seducción de la naturaleza ¡Qué bien nos sentimos paseando por ella! ¡Somos naturaleza y de ella venimos y a ella volvemos! ¡Nos debemos a ella!
Nuestra pisada destroza el reguero de hormigas, mata vida, destruye unos seres que no paran de trabajar; supongo y tengo que reconocer mi desconocimiento del tema, que descansarán en algún momento y disfrutarán de sus seres queridos en ocasiones.
Al instante de pasar nuestro pié, el reguero de vida lucha por volver a lo cotidiano, se afana en reconstruirse, vemos cómo se retuercen y luchan con obstinación por volver a la normalidad.
La hormiga se recuperará y volverá a su "perpetuum mobile"; no sé si en su memoria colectiva quedará plamado este hecho luctuoso, creo que no y lo digo porque no suelen huir cuando ven nuestro pié ¿Lo ven?; también hay que decir que no son los únicos animales que a pesar de conocer los grandes peligros no cesan de arriesgarse.

La vida renacerá en Japón, se retorcerán con obstinación hasta conseguir la normalidad; sabemos que sienten dolor porque son humanos, pero lo "sienten" de otra manera. Dicen que sólo lo expresan de otra manera, yo digo que de tanto expresarlo de otra manera terminan sintiéndolo de otra manera.
Queremos doblegar la naturaleza y ponerla a nuestro servicio; ella de vez en cuando nos recuerda que ella seguirá y quizá nosotros no. Ella es la que manda a pesar de nuestros avances que nos hacen prepotentes, de nuestra obstinación que nos vuelve ciegos.
El terremoto como nuestro pié trae muerte y destrucción, pero la vida seguirá como mil veces ha seguido; el hombre obstinado y ciego seguirá herrando en su caminar.
Espero equivocarme en esto último y que de una vez por todas aprendamos la lección.

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