Estoy contento.

Como a todos me preocupa la situación económica actual, me preocupa la desigualdad social, me preocupan las injusticias, me preocupan esa personas desahuciadas y echadas a la calle por los poderes inhumanos, me preocupa el descaro de los políticos para expoliar lo que no es suyo sino nuestro, me preocupa la judicatura que mira para otro sitio o quizás para el suyo también, me preocupa que las personas honradas no sean apreciadas, me preocupa que los estudiosos, los trabajadores, los justos no sean ensalzados...sí...me preocupa, pero estoy contento...
contento porque por fin abriremos los ojos, reconoceremos a los injustos, reconoceremos a los sin escrúpulos, reconoceremos a los ladrones, reconoceremos a los tibios, reconoceremos a los que aplauden a los pícaros, reconoceremos a los mentirosos, reconoceremos a los falsos y...por fin...no les votaremos, no les aplaudiremos, no les seguiremos, no nos engañarán más.

La Feria que viene.

La semana santa ya pasó...menos mal que nos queda la feria.

Será sustantivo tomarse algún finito, algún canasta y desde luego esa cerveza bien fría que sólo se toma aquí.

Sé que hay que beber con moderación y por ello sigo la consigna. Sin embargo este año es de apetecer echarse a la bebida.

Si no fuera por la salud, me perdería en olas de cerveza y vino.

Las noticias que nos asaltan cada día echan más humo sobre la realidad; ¡qué lástima de país!

Yo era de los que pensaba y creía en el milagro español; la realidad me despierta, me sobresalta dándome una bofetada mayúscula. 

Se me caen los ejemplos, después de los especuladores, el espoleo de lo público, viene la metedura de pata de nuestro monarca.

No parece que los políticos sean capaces de sacarnos de este pozo en el que ellos y sus mariachis los financieros (¿O es al revés?) nos metieron.

 

Pero...y volviendo al principio, difrutaremos de la vida, de las cosas sencillas y de la feria.

Seremos una vez más los ciudadanos de a pié los que lucharemos para que este país se normalice, a pesar de todos los pesares.

¡Me voy a Madrid!

Hoy como tantos españoles me monto en el coche para cambiar de aires.
Mi destino es Madrid donde residen mis familiares. Me apetece ir, verlos y darme un paseo por la ciudad que siempre me resulta acogedora; sé que no tanto a los que viven en ella.
Muchos son los que me hacen llegar el hartazgo que produce la gran ciudad.
Todos los comentarios son correctos, cada uno siente la ciudad de una manera.
La lluvia nos acompañará durante el camino y allí también; a mí la lluvia me gusta, pasear bajo ella en un placer único y este año tan necesaria.
La tierra sedienta liberará todos sus aromas de vida al ser empapada por el agua.
En un momento salgo, las maletas preparadas en la puerta me esperan.

¡Un motivo para la esperanza!

Hoy podemos estar orgullosos; reconocido por todos diremos que las malas prácticas en política han de pasar a la historia y todos hemos de aplaudir la honradez y el trabajo; pero dicho esto, no podemos dejar que el futuro sea una durísima caída de lo conseguido, con enormes luchas y costo en vidas, en el plano social.  Hoy volvemos a tener esperanza.

Me niego a aceptar que el futuro del ser humano sea parecernos a Filipinas, China u otros similares países (con todos mis respetos por sus ciudadanía, no así por sus clases dirigentes); el futuro ha de ser un lugar más equilibrado y justo. Un lugar posiblemente menos consumista, con un menor nivel de vida, todos tendremos que ajustarnos, repartir para que el mundo globalizado sea más equilibrado,   pero cambio necesario para que todos crezcamos.
Sí, ahora todo es globalizado ( ya lo dijo Bill Gates), y el primer mundo tendrá que ajustar su crecimiento ya que es el tercer mundo el que está creciendo; el mundo se está equilibrando aunque sea a costa nuestra; no podemos seguir viviendo bien a costa de los demás.
Tenemos que encontrar la forma de crecer manteniendo la visión social de la organización de la sociedad.
Tendremos que repartir mejor la riqueza del país; tendremos que dejarnos la piel todos.
Si no somos capaces, sufriremos una cercana y futura edad oscura. El crecimiento debe centrarse en el ser humano ¿Para que sirve el crecimiento sino para que el ser humano se realice?
Podemos estar orgullosos decía, ya que se nos ofrece una nueva oportunidad para reconquistar el futuro basado en el ser humano.